Texto de Rafaël Laffay - 2025
"El que más piensa, más vive"...
Valja es una de esas artistas que solo considera reflexionar sobre el alma de nuestro mundo a través de todos nuestros sentidos. A contracorriente de más de un milenio de tradición occidental que concibe el alma como la cuna de la eternidad encapsulada en un cuerpo perecedero, Valja pretende redescubrir la primacía del cuerpo como vehículo central de nuestras emociones, nuestros secretos no confesados, nuestras hendiduras internas.
Las herramientas y su imaginación se crean en contexto, en la brillantez de un momento que revela su verdad. Día tras día, con un gesto tan regular e implacable, la idea se materializa, la obra cobra forma. Con ella, el cuerpo se presenta como un caleidoscopio ebrio de colores.
Solar, se desmaya bajo el calor del clima. Herido, revela el dolor como la antesala de nuestra condición humana. Animal, indaga en el insondable enigma de nuestros orígenes. Siempre entrega su insoportable verdad.
Valja desvela nuestros susurros, ocultos en nuestros cuerpos, erguidos como bloques. Es esta falla primaria que reside en cada uno de nosotros la que ella esculpe en la piedra misma, amasada con su historia y sus asperezas.
La artista tuvo que experimentar sus propios desiertos, el implacable oleaje del mar y completar su caminata hasta las cimas de las escarpadas rocas para conectar con su única obsesión: el hombre. Donde el arte se enorgullece de representar la Belleza promoviendo las apariencias como su único horizonte, Valja logra la audacia de agradecerla a través de nuestras grietas. Tan difícil de mirar directamente...
Como una amenaza de aniquilación, este cuerpo nos habla de la huella mortal del tiempo, pero de forma luminosa. Al esmaltarlo con una apariencia soportable mediante la búsqueda conjunta de lo bello, la artista reconcilia belleza y bondad en un gesto ancestral. Nos dirige a la realidad más oscura con la gracia de una caricia.
Contemplar las obras de Valja es enfrentarse a uno mismo, en una danza vertiginosa porque es subterránea, porque el aire es tan discreto como vigorizante, es el que viene de lo profundo de la experiencia.
Habitando entre la tierra y el cielo, el mar y las cimas, la artista desea reconciliar en un estancamiento artístico todo aquello que el hombre ha decidido disociar, ávido de control sobre las cosas. En la imperiosa conquista inaugurada por la división del mundo, Valja pretende reunir estos falsos opuestos que han empobrecido nuestra alma, amasada por el miedo.
En nuestra época se escuchan muy pocos panegíricos de la interioridad. Estos parecen, por el contrario, en plena desintegración ante la supremacía de los objetos y el ardor consumista, tantas realidades que arruinan al hombre al convertirlo en una marioneta de lo externo sin devolverlo a sí mismo, a lo más profundo, a su infinito misterio. Porque esto es lo que las obras de Valja claman al unísono: el enigma insoluble de nuestra subjetividad, dispuesta pero inmediatamente temerosa de vislumbrar y comprender su origen, en perpetua lucha contra un mundo que revela su lado más absurdo.
Sin embargo, lejos de permanecer inmóviles en estas cimas del dolor, es esta misma falta original la que se celebra, cantada por la ronda de cuerpos desnudos.
La dulzura de la confesión amistosa, la explosión erótica de los cuerpos fusionados, el don solar de sí, la búsqueda gozosa de la propia esencia...
Valja nos invita a todo esto. Así que, déjate guiar por su sonrisa, todo un estilo; te muestra que el paso del tiempo está lleno de alegría inagotable.
Los soportes son diversos: piedra, madera, bronce u otros materiales, elegidos según los caprichos de la vida, los encuentros y los lugares. Sus esculturas representan un cuerpo atrapado en su intimidad [...] Su arte también se nutre de la imaginación mitológica, pone en perspectiva la evolución de nuestra civilización y nos alerta sobre el futuro de nuestra sociedad. Pero cuando le preguntamos sobre su propio futuro, responde con estas sibilinas palabras: «El futuro, para mí, empezó ayer...».
Y además:
Director de la empresa de prensa Le Transodysséen y director de publicación de la revista cultural crítica ZWANZE, 8.000 ejemplares en la región Ródano-Alpes 1993-1994
Creación de programas de radio y columnista en 1989 y 1994 (Radio Pluriel y Espace)